Para ti con amor...

Morelia, Mich. a 17 de Agosto del 2010

Querido:

Después de mucho pensar y poner en orden lo que siento, he decidido que llegó el momento de la despedida. No voy a gritar, no te voy a reclamar, no habrá insultos, sé que está de más decirlo, me conoces (por lo menos eso creo) y de sobra sabes que ese no es mi estilo.
Fui paciente, te di todo de mi, cambie muchas de mis costumbres, elegí tus creencias. Hice todo lo posible por verte feliz,y sabes, me sentía muy bien.

Hoy solo quiero darte las gracias por esos bellos momentos, he decidido dejar las cosas en este punto. No te buscaré y quisiera que tu tampoco lo hagas, aunque debo confesar que al decir no lo hagas deseo todo lo contrario.
Te quiero, te quiero profundamente, te deseo lo mejor, sigue con esa sonrisa que ilumina tu cara, ¿te dije que me gusta ese look "desenfadao"? no lo cambies, solo arregla tu barba jeje!
Si en el futuro nos volvemos a encontrar no te sorprendas si te doy un fuerte abrazo, y te miro como si nunca hubiera dejado de hacerlo.

Sin puntos suspensivos...

No se me ocurre un titulo adecuado para esto, tampoco se de que forma lo escribiré. Pero bueno,debo confesar que los últimos días han sucedido ciertas cosas que me es difícil de entender, cosas que sacuden mi estabilidad emocional y que, por más claras que estas se presentan y en parte por las señales que arrojan no alcanzo a percibir con claridad. ¿Alguien tiene idea de cual es el motivante para que alguna persona (tómese en cuenta que es referente a una persona que fue algo importante)de la nada reaparezca?, ¿cuál es la intención?,¡Por que hacerlo?! Me sentía muy bien, había retirado la mirada, y la intensidad de lo que sentía se encontraba en su nivel más bajo, es más podría decir que a punto de la extinsión. Pero, ¿Qué pasa? reaparece, y de pronto el cosquilleo en el estomago, la humedad en las manos, la sonrisa nerviosa. Y con él los recuerdos de lo pasado, las fantasías, los planes, las canciones que de nuevo erizan la piel, el buen humor. En mi caso, tratando (otra vez, ¿por que no?) que todo sea real, consciente de la dificultad, pero dispuesta a poner todo de mi parte. En cuanto a él, que sé yo!, pensando tal vez en otras cosas, dando poca o ninguna importancia a lo que para mi es importante. En mi caso, queriéndole, en el suyo creyendo que me quiere o quizá queriéndome querer.

Desde el principio(quizá antes), (tal vez antes del reencuentro) los dos sabíamos de la disparidad de nuestras vidas, conscientes del contraste socio-cultural, de las creencias políticas y religiosas distintas; logramos (creo) cierta complicidad, pertenencia, un estado funcional, que cuando sale a flote el qué es eso que nos llegó a unir, solo se me ocurre pensar en la casualidad, que atravesada por el amor a la Psicología, el buen café y la profundidad del color negro, logró convertise en algo casi perfecto. Ahora puedo ver en forma un poco más detenida ciertas cosas que me provocan sensaciones extrañas. Como cuando queriéndole compartir mi gusto por la poesía, diciéndole (con palabras de los grandes)las cosas que en mi logra despertar, él distraido y sin palabras.

...Una vez creí poner el punto final, después de algunos meses se ha vuelto punto y seguido, tal parece que todo se retomó justo donde quedo con anterioridad. Mismo mes, mismo medio,entorno "casi" igual. Esta vez no estoy dispuesta a mirar atrás y hacer como que nada pasa, aquí no más "borrón y cuenta nueva", se es o no, se esta o no, ya no más todo a medias...